La NASA ha publicado una de las llamaradas solares más potente y espectacular de
los últimos años. Una violenta erupción que alcanzó la parte baja de la
corona solar, una de las capas exteriores de la atmósfera del Sol, y
que fue filmada el pasado 31 de agosto por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO).
En el vídeo se aprecia un filamento que surgió de la superficie solar y se extendió durante más 800.000 kilómetros de longitud, según el diario británico The Daily Mail, mientras era eyectado a más de 1.400 kilómetros por segundo.
La llamarada no estaba dirigida hacia la Tierra, pero algunas de sus partículas impactaron en la magnetosfera terrestre y provocaron que se pudiera ver una bella aurora que se produjo el pasado lunes.
Los filamentos o 'latigazos solares' surgen tras la eyección de plasma solar, que se dispersa en cientos de lazos enormes que recorren miles de kilómetros en el espacio y que se extienden más allá de la atmósfera exterior del Sol, conocida como corona.
El SDO es el centro es encargado de analizar y estudiar las protuberancias solares que se producen de forma relativamente frecuente en la superficie del astro, y que se podrían incrementar en los próximo meses ya que el Sol se aproxima a su ciclo de máxima actividad, previsto para comienzos del próximo año.
El fenómeno, describe la NASA, duró más de 12 horas -desde el mediodía del 31 de agosto hasta las 01:45 de la madrugada del día-, aunque en el vídeo solo están condensadas tres horas, en el que se aprecian imágenes sin precedentes de la actividad solar.
Las erupciones solares de esta potencia pueden provocar perturbaciones de las telecomunicaciones en la Tierra y en el espacio, así como los sistemas de distribución eléctrica.
Una tormenta solar potente podría alterar estas tecnologías, perturbar el funcionamiento de los satélites y causar cortes de energía, ya que las partículas solares pueden dañar los instrumentos electrónicos, por lo que los expertos se afanan en descubrir cómo proteger los satélites y otras redes de estos fenómenos.
Sin embargo, este tipo de tormentas solares causadas por la erupción de plasma provocan cerca de los casquetes polares impresionantes auroras boreales, las 'luces del norte', que se forman tras chocar estas partículas con la magnetosfera terrestre y generan uno de los mejores espectáculos naturales.
Fuente : rtve.es
En el vídeo se aprecia un filamento que surgió de la superficie solar y se extendió durante más 800.000 kilómetros de longitud, según el diario británico The Daily Mail, mientras era eyectado a más de 1.400 kilómetros por segundo.
La llamarada no estaba dirigida hacia la Tierra, pero algunas de sus partículas impactaron en la magnetosfera terrestre y provocaron que se pudiera ver una bella aurora que se produjo el pasado lunes.
Los filamentos o 'latigazos solares' surgen tras la eyección de plasma solar, que se dispersa en cientos de lazos enormes que recorren miles de kilómetros en el espacio y que se extienden más allá de la atmósfera exterior del Sol, conocida como corona.
El SDO es el centro es encargado de analizar y estudiar las protuberancias solares que se producen de forma relativamente frecuente en la superficie del astro, y que se podrían incrementar en los próximo meses ya que el Sol se aproxima a su ciclo de máxima actividad, previsto para comienzos del próximo año.
El fenómeno, describe la NASA, duró más de 12 horas -desde el mediodía del 31 de agosto hasta las 01:45 de la madrugada del día-, aunque en el vídeo solo están condensadas tres horas, en el que se aprecian imágenes sin precedentes de la actividad solar.
Las erupciones solares de esta potencia pueden provocar perturbaciones de las telecomunicaciones en la Tierra y en el espacio, así como los sistemas de distribución eléctrica.
Una tormenta solar potente podría alterar estas tecnologías, perturbar el funcionamiento de los satélites y causar cortes de energía, ya que las partículas solares pueden dañar los instrumentos electrónicos, por lo que los expertos se afanan en descubrir cómo proteger los satélites y otras redes de estos fenómenos.
Sin embargo, este tipo de tormentas solares causadas por la erupción de plasma provocan cerca de los casquetes polares impresionantes auroras boreales, las 'luces del norte', que se forman tras chocar estas partículas con la magnetosfera terrestre y generan uno de los mejores espectáculos naturales.
Fuente : rtve.es