martes, 6 de noviembre de 2012

El Dolor



Los sentimientos profundos habitan en esa dimensión en la cual la expresión y la comprensión no los alcanza, las palabras empobrecen su significado y profundidad, darse a la tarea de describirlos es caer en metáfora, esgrimir paralelismos y reducciones, para que entre en la lógica y en el discurso  esa sensación conmovedora, movilizadora y forjadora de caminos como muchas veces son los sentimientos profundos.
Por diversas cuestiones del vivir hoy me encuentro reflexionando sobre el tema de Dolor, el dolor como sentimiento no como sensación.


 El sentimiento de dolor es algo así como la tristeza de que lo posible haya sido imposible , es que aquello que poseíamos , que añoráramos o por lo que nos empeñamos , se haya esfumado que a pesar de los esfuerzos , del empeño, todo nuestro ingenio y de quienes pueden habernos ayudado , nada pudimos hacer , que la vida no se pudo salvar , que la cura no llego ,que se fue de repente ,que si estaba bien como que ya no esta? ,que si me amaba ya no ,que yo trate pero no pude ,jure que trate, que di todo ,que me habían prometido pero me engañaron.
Como todo sentimiento profundo nos desborda, nos avasalla, nos atonta y luego nos deja esa secuela que tiene una profundidad directamente proporcional a la dureza de nuestro “cuero emocional”, pero hay dolores que hacen que aun hasta a los “vaqueros” mas duros “se les piante un lagrimón”,como dice el tango.


Cuando el dolor no se puede someter a ninguno de nuestros dispositivos lógicos para racionalizarlo, ni se puede verbalizar y hacerlo escapar de nuestra mente al menos por un rato a través de la palabra, queda corriendo por las venas del alma como un fluido corrosivo que de a poco va endureciendo nuestro ser sentimental/emocional ,  esa suerte de Sindrome de Estocolmo que vamos desarrollando con el dolor donde entramos en simbiosis con ese ruin captor, que justifica acciones y reacciones,va dejando paso a ciertas sensaciones y pensamientos nefastos que pueden crecer de forma asombrosa alimentados por ese fluido pernicioso , la pena y la tristeza que destila nos lleva a ideas extremas a inventar recursos desesperados, fatales y crueles.


Pero que hacer? , de seguro Uds. están esperando que de este paupérrimo escrito surja la respuesta o mane un bálsamo mental para el dolor que te aqueja , lamentablemente no ,no tengo formulas , no hay magia que cure el dolor que no traiga mas dolor, nada se da a cambio de nada, así que si piensas que el manochanta te puede salvar vas frito, si piensas que el dinero te puede salvar vas frito, te vas a llenar de cosas y no serás feliz , si piensas que algún día recuperaras aquellos que el destino te negó, vas frito, si piensas que tu abuelo se murió por culpa del medico y él tiene que pagar por ello y así se terminara el dolor, vas frito. Si matas al que mato y así haces justicia y piensas que asi se irá el dolor, vas frito ,si pensas que toda equivocacion grande y pifia extrema se puede remediar y que todo estara bien , vas frito. Contra algunas cosas y situaciones nadie la "talla".




No hay bálsamos ni  “delete” posible para eliminar el dolor de raíz, seguirá allí siempre, a menos que comiences a aceptarlo, a menos que te acerques a tu nueva realidad a esa realidad que te resistes a vivir, esa realidad sin el, sin ella, sin ellos, sin eso. Esa detestable realidad, fatídica y apestosa, que ignoras dando vuelta la cara mirando hacia atrás en la vida, para no ver que delante hay otro mundo, distinto, no se si mejor o peor, pero no el mismo , esa soledad inconmensurable que no abrazas e intentas llenar de presencias que son solo espejismos , esa rabia ,impotencia , pena que no cesa contra la cual batallas en incesante refriega , a menos que veas e internalices que el pasado no se puede torcer o reescribir, no seras libre.

Convive con el adiós, pacta la paz con el recuerdo, cierra lo que puedas en tu presente y deja partir la realidad que deseas retener, seguramente sentirás como si una abrazadera del mejor acero apretara sin cesar tu corazón, como si tu garganta no fuera capaz de retener el sollozo, seguramente lloraras porque cuando el alma se desborda lo hace por nuestros ojos que son sus ventanas. Pero abrí tu mano y suelta el dolor, deja de caminar con el, de seguro seguirá acompañándote un tiempo y vivirá agazapado en sombras para tomarte por asalto de cuando en vez, pero ya no será tu fiel compañero…


Como decía no hay recetas, no hay magia, ni fármaco, pócima o palabra que borre el dolor, solo la aceptación (hercúlea tarea) y el tiempo, el cual es la mejor de la medicinas ya que siempre sana las heridas profundas.

MG.

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